En la obra en la que trabaja, este chico latino se enamoró de su colega, un heterosexual muy encantador y caliente. A partir de ahora, se entrega a él todas las tardes. El macho utiliza a este buen gay obediente para correrse. Y cuanto más tiempo pasa, más pide el chupapollas, totalmente adicto a su colega dominante. Admirado por él, se vuelve loco de alegría cuando puede chuparle la polla heterosexual, disfruta de su sabor y tiembla de placer cuando su colega tiene ganas de follárselo como hoy. Es su pequeño sucio secreto y por eso cada día se excita al ir a trabajar porque sabe que se va a correr duro.