Este brasileño está pasando por un periodo de intenso trabajo. Incluso hoy, tiene muchas citas y llegará a casa agotado. La mañana es su único momento de placer: tiene 15 minutos para masturbarse. El tiempo apremia y su necesidad de correrse es tan fuerte que parece desesperado. Es hora de escupir, y para ello sabe cómo hacerlo, puliendo su gran polla y su glande hasta la empuñadura. Salen gruesos chorros de semen, la tensión disminuye: está listo para otro día.