El encantador Jay Alexander ofrece a uno de sus empleados un trabajo en Panamá. La idea de viajar es tentadora, pero se puede viajar con cosas sencillas, como una polla bien gorda. Eso es exactamente lo que este empleado de papá tiene entre las piernas, y va a llevar a Jay al séptimo cielo hundiéndose en sus deliciosos agujeros.