Beto Lion es un guapísimo negro brasileño de ojos ardientes y cuerpo musculoso, liso y seco. La única parte peluda de su cuerpo es la entrepierna, donde está entronizada su enorme polla. Como cada mañana, Beto entra desnudo en su cuarto de baño y empieza a masturbarse. Un momento de placer solitario para empezar bien el día. Sus vecinos ya están acostumbrados a oírle gemir de placer mientras se corre.
Un joven gay invita a una latina habitual a pasar el fin de semana y se pone a su total disposición, dispuesto a que le rompan el culo y a ser un vertedero de semen durante 48 horas.
El sexy Pedro Díaz se está divirtiendo mostrando mientras baila con una erección masiva. En una esquina Hans Berlin lo observa y se excita mucho. Una vez que hace su movimiento, es hora de que Pedro deje de bailar. Es hora de trabajar en la polla grande y gorda de Hans y de darle una paliza a su culo.
Fue en Chartres, en su habitación, donde conocí a Hugo y a Tao. Y francamente no sabía cuál de los dos me fascinaba más.
Seis meses después, cada vez que miro la escena o sus fotos, sigo fascinadotizado por la belleza casi surrealista de estos dos jóvenes.
