Este brasileño de Metisse está de paso por Río y ha alquilado una habitación de hotel. Ha insistido en tener wifi porque necesita conectarse a un sitio y hacerse una paja. La necesidad es urgente. Una vez en su habitación, se pone cómodo y se dirige a su ordenador en busca del vídeo adecuado. Está bien, la conexión es buena, puede mirar y endurecerse la polla. Su polla revela poco a poco todo su grosor y potencia y su cuerpo musculoso se retuerce de placer. Va a correrse.