Cada uno se despierta con sus propias costumbres. Por su parte, a Kaio, un brasileño guapísimo con un cuerpo suave y musculoso y una cara preciosa, le gusta tomar una taza de té y masturbarse. Hierve el agua y siente que su polla, como cada mañana, también hierve. Tranquilamente, se levanta para empezar el día, endureciendo su gran polla y sintiendo cómo el semen va subiendo poco a poco. Una taza de té bien caliente, un gran chorro expulsado: ¡ya está, el día ya puede empezar!